Boda Boho-Chic
El estilo Boho-Chic, es la combinación del estilo Bohemia y la estética de hippie.
Los look en las bodas estilo Boho-Chic son muy atrevidos con colores muy vivos, y la combinación del vintage y los colores étnicos y dejando hueco a la extravagancia.
El estilo Boho reniega de las bodas clásicas y encorsetadas, por eso la imagen de la novia tiene que ser ligera y cómoda, con vestidos con telas vaporosas y completa libertad de colores, no sólo los habituales blancos o cremas. El lino, la seda, los encajes y las gasas encajan muy bien en estas bodas.
Los zapatos
Los zapatos de suela plana, como sandalias o bailarinas y las novias mas atrevidas pueden ir descalzas. Los accesorios de factura manual, son los más apropiados para estas bodas. Tanto el vestido como los complementos, tienen que transmitir sensaciones de sencillez, ligereza y comodidad.
El traje del novio
El traje del novio también de telas naturales y si la temporada lo permite, puede sustituir la chaqueta por un chaleco en el que se permite casi cualquier tipo de motivo y diseño.
La celebración
Lo ideal para la celebración de la ceremonia en estilo Boho-Chic sería en plena naturaleza. La playa, el bosque, un granero….pero si no tenéis posibilidad, contactar con fincas con amplias parcelas donde la decoración no sea clásica y simule un entorno lo más natural y bohemio posible.
Lo mejor de este estilo de boda es la libertad que de creación que ofrece tanto a novios como a decoradores. Los tejidos, las telas y alfombras que formarán parte de la decoración tienen que tener decoraciones o motivos sobre la naturaleza.
Para la fotosesión de la boda boho, te proponemos crear una pequeña choza de ramas o telas, y colocar en su interior almohadas y telas diversas.
El ramo de la novia, en este estilo de boda tiene que ser asimétrico.
Los farolillos, las telas, plumas, alfombras, vidrios de colores, animales, aves, muebles de madera antiguos, son objetos que podemos darles una segunda vida y reutilizar en las bodas estilo boho.
Terminar una boda con este cielo, no tiene precio 😉